Autoestima: Tratamiento de la autoestima
La proliferación de una vasta literatura de autoayuda, donde con asiduidad nos encontramos recetas prodigiosas para solucionar los problemas de autoestima siguiendo una serie de instrucciones básicas que prometen resultados eficaces e inmediatos, es algo cada día más usual. Esta pulsión por la inmediatez se nos traslada con frecuencia a las consultas de psicología por nuestros pacientes, frustrando en no pocas ocasiones sus expectativas.
El tratamiento de la autoestima se aborda desde diferentes corrientes, que podemos agrupar en dos grandes bloques: aquellos que se fundamentan en un pensamiento filosófico y aquellos otros que proceden del ámbito de la investigación psicológica. Sin excluir la validez de muchas propuestas que proceden de otros ámbitos, en los tratamientos que se realizan en las consultas de psicología nos servimos de terapias que han sido verificadas empíricamente como efectivas.
En el tratamiento de la autoestima debe considerarse que la misma tiene una naturaleza multidimensional, y por tanto esta perspectiva es fundamental en el abordaje terapéutico, por lo que no puede establecerse un tratamiento estandarizado. No obstante, algunos de los aspectos más comunes que se trabajan en el tratamiento de la autoestima y cuyos efectos tienen una evidencia empírica sobre la mejora de la autoestima, son:
- En primer lugar, es importante que el terapeuta explore la naturaleza de la baja autoestima en el paciente y el impacto a nivel funcional que ese déficit tiene sobre la vida de la persona.
- Habitualmente, el punto de arranque de la terapia tiene como objeto las creencias/pensamientos disfuncionales, identificando las cogniciones relacionadas con las predicciones negativas y los pensamientos de autocrítica.
- Un aspecto substancial de la intervención es la modificación de las creencias negativas sobre el «yo» que repercuten en la baja autoestima.
- Asimismo, en el proceso terapéutico el paciente debe aprende a aceptar y a tolerar aspectos de sí mismo que rechaza más que trabajar para cambiarlos. En este proceso se trabaja la habituación a sensaciones personales internas como sentimientos de culpabilidad e incompetencia.
- Finalmente, la intervención busca desarrollar en el paciente sentimientos de autovalía positiva y autoestima global.
No podemos considerar, sin embargo, que en todos los casos en que una persona presente algún problema de autoestima se deba acudir a un profesional de salud mental.